Antes de comentar la respuesta a la pregunta de este artículo, creo que lo que realmente deberíamos plantearnos es: ¿conocemos el significado de las neuronas espejo?
¿Qué pasa cuando bostezamos?
El ser humano, por excelencia, está acostumbrado a imitar desde el momento que nace. Es por efectos de sonidos, reacciones y gestos que aprendemos desde el momento de nuestro nacimiento.
Cuando éramos bebés, nuestros padres se encargaron de enseñarnos a hablar y caminar gracias a la capacidad de imitación a las conductas básicas que tenemos. La respuesta al por qué de la imitación es nuestra herramienta para aprender y se la debemos a las neuronas espejo.
Sabemos que en nuestro cerebro se encuentran múltiples células cerebrales, pero hay una en particular que se activa cuando observamos que otra persona está realizando alguna acción. Las neuronas espejo se caracterizan especialmente por estar relacionadas con el aprendizaje, ya que a su vez resuelven los comportamientos empáticos y sociales gracias a la reacción a la imitación con la que contamos los seres humanos.
Sin embargo, no todas las conductas las imitamos. Gracias a que el ser humano cuenta con múltiples células cerebrales, podemos decidir por acto voluntario qué acciones vamos a imitar.
Es el caso del tipo de música que solemos decir que es nuestra preferida, la comida que escogemos según nuestros gustos y hasta la carrera universitaria que decidimos estudiar, todo se lo debemos a las neuronas espejos, ya que nosotros logramos conseguir un modelo que nuestras neuronas por decisión voluntaria de nosotros mismos decidimos imitar.
Pero hay conductas involuntarias que también reaccionan a la imitación gracias a nuestras neuronas.
¿Las neuronas espejo afectan a nuestra vida diaria?
La respuesta es afirmativa. Como hemos comentado anteriormente, las neuronas espejo están activas desde el momento en que nacemos y es que gracias a la imitación el ser humano ha logrado aprender y relacionarse con otras personas:
Son responsables de que bostecemos cuando vemos a alguien realizar la acción de bostezo, aunque no tengamos ganas.
Si encontramos a alguien sufriendo, estas neuronas se encargan de intervenir en el sentimiento y hacer así que a nosotros también nos afecte. Ocurre también cuando reaccionamos al ver que alguien se encuentra llorando.
Al igual que en el caso del bostezo, nos pasa lo mismo cuando vemos a alguien reír. Si vemos que alguien está riendo, nosotros reaccionamos y nos reímos también, aunque no sepamos la causa de esta reacción.
Por último y como hemos comentado, las neuronas espejo también actúan con nuestras preferencias.
En el caso de ver a una persona reaccionando con una expresión de desagrado, esto activa nuestras otras neuronas sensoriales a seleccionar los olores y aspectos que harán que nuestro cerebro se encargue de seleccionar gustos de nuestra preferencia o que le tengamos algún desprecio o asco a algo en concreto.
Es gracias a ellas que podemos expresarnos a través del lenguaje corporal, nuestras expresiones faciales y hasta las mismas emociones. A simple vista podemos decir que las neuronas espejo afectan nuestra vida diaria y juegan un papel esencial.
Para un bebé es fundamental para su aprendizaje y desarrollo.
¿Alguna vez te has preguntado por qué la educación existe?
Como seres humanos estamos hechos para aprender de alguien más. Desde que nacemos nuestros padres se han encargado de enseñarnos a desenvolvernos e incluso, a expresar nuestra felicidad y tristeza. Es por eso que el ser humano se educa.
Nosotros y gracias a nuestras neuronas, escogemos qué habilidades y experiencias queremos obtener en nuestro desarrollo, por eso, nuestras neuronas espejo cuentan con imitaciones voluntarias e involuntarias.
La respuesta a la pregunta principal
Tras haber explicado el concepto que nos traerá la respuesta final que nos interesa, que no es otra que la de ¿por qué bostezamos? podemos explicar qué bostezamos cuando otra persona realiza esta acción, aunque no poseamos las ganas de hacerlo, gracias al reflejo de imitación de las neuronas encargadas de esta función.
Es así de sencillo, ya que no necesariamente tenemos que tener sueño o cansancio para bostezar, solo necesitamos que alguien más lo esté haciendo para que nos contagiemos y así procedamos a imitar a la otra automáticamente.
Aunque no quisiéramos realizar esta acción y tratemos de contenernos, nuestro cerebro nos obligará a hacerlo por simple reacción a la imitación.
Es importante comentar en este artículo que no solo los seres humanos cuentan con las neuronas reflejos, ya que todos los mamíferos como los chimpancés, poseen esta habilidad de imitación gracias a que cuentan con esta neurona.
¿Cómo se descubrió el porqué de esta reacción?
Hay un informe detallado sobre un grupo de científicos de la Universidad de Nottingham en Inglaterra, que se encargaron de darle una respuesta final a esta reacción a la imitación.
Un grupo de científicos se empezó a preguntar lo mismo que nosotros y procedieron a experimentar para darnos una verdadera respuesta. El experimento contó con treinta y seis personas, la mayoría eran adultos, a los cuales se les colocó varios videos de personas bostezando. El resultado fue que procedieron a bostezar libremente.
Tras el resultado de la primera etapa, en la segunda se les pidió que trataran de contener las ganas de bostezar, sin embargo no pudieron aguantarse a la reacción de imitación que la neurona espejo estaba trayendo a su cerebro, por lo que todos sin excepción bostezaron.
Finalmente podemos decir sin ningún lugar a dudas que nuestro cuerpo tiende a imitar lo que ve.